Lucía, la almendralejense que jugaba por banda derecha considerada una de las mejores extremos de la región, deja el Extremadura para seguir formándose en el extranjero.
Se acabó tu etapa en el Extremadura Femenino CF, ¿cuéntanos tu experiencia en estos años en el club?
La verdad es que ha sido una de las etapas más bonitas de mi vida. Cuando decidí empezar a jugar jamás me hubiera imaginado todo lo que he vivido. Quizás cuando empezamos de pequeñas no somos conscientes de todo lo que supone jugar a fútbol, pero a la larga, haciendo balance y reflexionando con el paso de los años, este deporte te da una serie de valores que te hacen crecer en muchos aspectos de nuestra vida, más allá de los deportivos. Son tantas los lugares que he conocido, amistades y recuerdos que me llevo, que nunca podría haberme permitido el lujo de no practicar este deporte.
Ha pasado mucho tiempo desde que comenzastes en la entidad, ¿cuál fue tu momento más amargo de todos estos años?
Aunque ha habido algún que otro momento malo, siempre ha sido solapado por todos aquellos buenos. Recuerdo con nostalgia las despedidas de entrenadores y compañeras con las que tanto disfruté y de las que tanto aprendí que se fueron quedando por el camino, pero si tengo que destacar alguno, sin duda, ha sido este año. Seguramente porque se esperaba algo más de mí y yo he sido la primera que he sentido que he podido dar mucho más, pero me quedo con todo lo que se aprende también de los malos momentos, incluso más que de las risas de siempre. Y quizás también este año ha sido el más amargo de todos porque sabía que esta etapa acababa. Irremediablemente, detrás de cada ciclo que termina se encierran miles de momentos y compañeros que ya nunca volverán, y asimilarlo ha supuesto que haya sido mi año más duro.
También hay grandes momentos, ¿cuál es el que siempre recordarás?
Sería imposible decantarme por uno entre tantos. Me llevo vivencias realmente inolvidables: el año en el que quedamos campeonas de Extremadura con el equipo de Regional, la Liga conseguida ese mismo año con Nacional y los años de la Selección Extremeña. Indudablemente, me quedo con el día a día, todos y cada uno de los domingos en los vestuarios, los nervios, la fuerza como grupo, la convivencia y la gran familia que he llegado a sentir en este club. Pero, sobre todo, siempre recordaré el miedo con el que me enfrentaba a mi primer entrenamiento con las «mayores», en el que nuestra querida Aza me cogió de la mano y me hizo reír tanto desde entonces, siendo mi gran apoyo hasta el último día de esta etapa.
Conseguiste compaginar los estudios con la práctica del fútbol, ¿qué mensaje le das a los padres y a las jugadoras que comienzan con este deporte?
Simplemente les diría que sobre todo disfruten de cada oportunidad que les brinda el fútbol, pero sin olvidar nunca las verdaderas prioridades. Cuando realmente disfrutas con lo que haces, hay tiempo para todo, y es más, el fútbol nunca es una pérdida de tiempo para los estudios, sino un desahogo y una inyección de energía para afrontar todo lo que pueda venir. Así que a los padres les digo que no castiguen a sus hijas sin fútbol, que les da mucho más que lo que les quita y a las madres, que no se preocupen, ¡que no se tuercen las piernas! jajajajajaja.
¿Cuales son tus próximos objetivos?
Nunca me gusta hablar de metas a largo plazo, pero sí es verdad que he estado todo el año luchando por un objetivo y ahora estoy justo en el momento preciso que tanto he anhelado: me voy a estudiar a Italia y a vivir una nueva experiencia a la que ya estoy esperando con los brazos abiertos y no dudo que la aprovecharé desde el primer segundo.
¿Y relacionado con el mundo del fútbol?
Ahora mismo creo que es la primera vez en mi vida en la que no me planteo nada relacionado con el fútbol. Quiero estar segura de cada paso que dé hoy, pero no rechazo que el que dé mañana sea retomar el deporte al que le debo todo lo que soy.
Muchas gracias por todos estos años, espero que tengáis muchísima suerte esta temporada, tanto el club como a todas y cada una de mis compañeras allá donde estén.